Entradas

Este jueves, relato. Terrorismo en 100

Imagen
El atentado. Estaba ansioso por terminar pronto con aquella situación. Como en ocasiones anteriores, su sinrazón apareció abriéndose paso con deseos de venganza. Miró a su alrededor para asegurarse de que controlaba el momento, las distancias, los efectos. No podía permitirse el más mínimo error. La oscuridad era su aliada y con la luz que salió de su linterna iluminó el lugar que se vislumbraba como posible campo de acción. Su objetivo era claro, golpear de lleno para acabar y reconciliarse consigo mismo. Dobló el periódico con precisión geométrica,  y… ¡Zasssss! el mosquito quedó pegado a los titulares del día. Otros atentados en el Blog de Mª José

Este jueves, relato. Renunciar en 20 palabras.

Imagen
Dos de Veinte: El primero faltó en mi jueves pasado. El segundo es para hoy. Al marchar la ambulancia,   me colé en casa de Violeta.   Vi la botella,  pero ya era tarde… renuncié a abrirla. La amo, la padezco, la disfruto,  la sufro,  la necesito,  la odio y  la  comprendo… no quiero renunciar a ella. Más renuncias de estas cortitas en   casa de Gustavo

Este jueves, relato. Mensaje en una botella.

Imagen
Había nacido para ser botella. Las diferentes etiquetas que con  el tiempo  iban a ilustrar su superficie se superponían unas sobre otras como capas de cebolla. En origen contuvo un preciado gran reserva. Con el tiempo, y como puta por rastrojo fue portadora de los más variados graneles. Olía a vinagre el día que Violeta, desesperada, había perdido la fe en el Mundo que habitaba. Compartía anaquel en el interior de una alacena de la cocina con otras de tamaño y color similar, y el desconcierto e indiferencia de Violeta la eligieron al azar. Yo sé, que en la inconsciente elección de ésta,  influyeron sus etiquetas superpuestas, como si de un viejo y mundano baúl de Vuitton se tratara. En horizontal, descansando sobre la superficie mallada de roble del escritorio, esperaba llenar su panza con el más dramático de los mensajes. Sintió el ligero roce del papel enrollado y el definitivo empujón del corcho que le asfixiaría en su interior. Entre estampas de bodegas y re